(Foto cortesía de Juan Costa)
Por primera vez en la historia del Partido Popular Democrático
(PPD), un líder se propone impulsar un referéndum que va en oposición a la
ideología natural de esa colectividad.
El pasado viernes, 17 de junio de 2016, el presidente del
PPD, David Bernier -quizás intentando traer orden al caos que aparenta permear
en esa colectividad luego de que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos
emitiera su opinión en los casos de Puerto Rico v. Sánchez Valle y el de la
llamada Quiebra Criolla- propuso el impulso de un referéndum Estadidad Sí o No
para enero de 2017.
Nada novel, considerando que ya había asomado la idea
durante su discurso de aceptación de la presidencia del partido en Caguas, pero esta vez, y de manera oficial, la Junta de Gobierno del PPD, reunidos en claustro por poco
más de seis horas, aprobó la medida 19 a favor contra 9 votos en contra.
Durante el proceso, varios de los miembros de la Junta
salieron del perímetro con cara de no muchos amigos, aparentemente en rechazo a la aprobación de tal mecanismo. Una de las caras que se vio no muy satisfecha con el asunto,
fue la de la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, a quien, un par de horas
antes de que concluyera el encuentro, se le vio salir del Comité central como
alma que lleva el diablo.
Sin embargo, otras caras, como la del presidente de la
Cámara de Representantes, Jaime Perelló Borrás, casi no podía contener su
sonrisa ante las preguntas que le formulamos los medios a su salida de la
reunión, también antes que esta concluyera, pero por razones muy diferentes a
las de la alcaldesa de San Juan,
Pero si usted piensa que esta movida de Bernier es absurda y
atenta contra la integridad ideológica de la Pava, piense otra vez y permítame aclararle que, a apenas meses de ser confirmado
candidato a la gobernación por el PPD, el otrora Secretario de Estado, ha
probado ser un estratega sumamente disciplinado y ágil de pensamiento en lo que
respecta a tomar ventaja de sus contendientes y esta es solo otra prueba de ello.
La victoria de Ricardo Rosselló –hijo del exgobernador de
Puerto Rico, Pedro Rosselló González- en las primarias del Partido Nuevo
Progresista (PNP) por encima del lanzamiento del comisionado residente en
Washington, Pedro Pierluisi, no es pura casualidad sino que emana de una
causalidad.
A pesar de que Pierluisi mostró ser un candidato sólido, la victoria,
por cosa de nada, fue para Rosselló. Ello, muchos especulamos se debió a la
movilización masiva de populares –posiblemente dirigidos por el plan estratégico
del equipo Bernier- a votar por el profesor universitario en las primarias del
partido estadista y asegurarse de perpetuar la marcada división de ideologías
que hay en el PNP, posicionando en la papeleta al candidato más débil de esa
colectividad, sobre quien Bernier tiene claramente la ventaja.
Prácticamente, el PNP cayó redondo en su propia madeja de
intrigas y malas decisiones, aparentemente dejándose llevar por romanticismos ideológicos
y lealtades fundidas en el olvido.
Bernier 1 – Rosselló 0
El segundo encuentro fue al día siguiente, cuando, temprano
en la mañana, Bernier envió a Rosselló –y consciente de que este ofrecería una
conferencia de prensa a eso de las 10:00 am de ese lunes- un florete de
esgrima, deporte que practica y en el cual fue campeón panamericano juvenil y
medallista de bronce en los XVIII Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1998,
como es la costumbre en ese deporte para mostrar respeto con su contrincante y
asegurar una “batalla” lipia. Sin embargo, Rosselló no supo qué hacer con el
gesto y mucho menos, como es usual, cómo contestarlo.
“Pues yo le voy a regalar unas tenis azules, usadas, para
que sepa lo que es caminar por Puerto Rico”, esbozó repentinamente pero con voz
nerviosa, a preguntas de la prensa, mientras el salón del primer piso del Comité central del PNP en Hato Rey estallaba en aplausos y risas que provenían del notorio grupo de alicates que se encontraba flanqueándolo.
La sorpresa de los medios que cubrimos la conferencia de
prensa fue notable al ser testigos de cómo este joven aspirante a la
gobernación caía redondito en la trampa puesta por su contendiente. Nos recordó
a muchos el imprudente comentario hecho apenas semanas antes por Rosselló
durante su último debate primarista donde aseguró que “el pueblo le falló a mi
padre”.
En ese momento, muchos supimos que se trató de un desliz, de una
imprudencia casi adolescente, que se le “chispoteó” un fragmento de las posibles
conversaciones de sobremesa que se debaten en el seno del hogar
Rosselló-Nevares luego de la aplastante derrota en las primarias del 9 de marzo de 2008 frente
a Luis Fortuño. Sin embargo, el comentario de las "tenis azules" claramente mostraba un jovenzuelo aturdido e inexperto que solo trata de retomar el estilo de hacer política de su padre.
Con la ahora infame contestación de las “tenis azules”
Rosselló se aseguró un puesto en el salón de la fama del trolleo nacional
cibernético, pero, más importante aún, le mostró a su contendiente su lado más débil.
Bernier 2 – Rosselló 0
El viernes, 17, en una movida sin precedentes, Bernier
anunció la aprobación de una resolución que disponía, de ser electo
gobernador en las próximas elecciones, a realizar una consulta plebiscitaria de
Estadidad Sí o No.
Según el candidato, la movida nació del desprendimiento
colectivo para lograr un Puerto Rico libre de ataduras a los problemas económicos y con un brillante futuro.
Razón muy loable y romántica pero, hasta cierto punto, efímera ante la verdadera razón estratégica
para hacer tal anuncio.
El PPD está consciente de que las actuaciones del Congreso
federal y los vientos que soplan en las elecciones estadounidenses indican
claramente que solo un puñado de soñadores y políticos corruptos apoyan
integrar a Puerto Rico a la Unión. Sin embargo, impulsando un referéndum de
Estadidad Sí o No a nivel local, Bernier se asegura sin falla que acercará el voto penepé insatisfecho
con la candidatura de Rosselló, que se sabe son muchísimos.
Así que, luego de aseguradas las elecciones generales, el
plebiscito será, como dicen en Alabama, un
“no brainer” ya que, aunque la Estadidad prevalezca en un 100%, la
realidad es que Puerto Rico, al ser una “criatura del Congreso” –tal y como lo
expresó el Tribunal Supremo federal- es ese cuerpo el que finalmente tomaría una decisión
de otorgarle a Puerto Rico la Estadidad. Y es más que obvio que no será tan fácil
como lo plantea la ingenuidad del estadista local.
Ahora bien, muchos se cuestionarán cómo podrá ser posible
que el PPD pueda subsistir con la muerte del ELA. La contestación es sencilla y se halla escondida en los anales de la historia. El PPD fue fundado en
1938, 15 años antes de que si quiera la fórmula del ELA se esbozara de la boca
de los congresistas estadounidenses para acallar las voces en la Organización
de las Naciones Unidas (ONU) luego de la Segunda Guerra Mundial, que exigían
que Estados Unidos resolviera el estatus político de la llamada última colonia
en el planeta.
Y me parece que precisamente esa va a ser la estrategia del PPD para sobrevivir lo que podría ser el mayor golpe a la integridad ideológica
de esa colectividad en toda su historia. Volver a su estado original descansando en los hombros de un líder fuerte. El problema con esta estrategia es que, de no existir un líder sólido, la colectividad se vendría abajo.
Bernier 3 – Rosselló 0
¿Aprenderá el candidato penepé la lección y se impondrá para
evitar que su contendiente salga invicto en la carrera por la gobernación?
Estará por verse durante el largo camino que aún falta por
recorrer en la campaña para obtener la gobernación y liderar un país en
quiebra, saqueado por los grandes intereses comerciales, con un pueblo apático
y una junta de control fiscal omnipotente.
Ya veremos…